Los ciclos del sueño son unos periodos de tiempo en los que tienen lugar las diferentes fases de nuestro sueño.
Y es que el sueño está dividido en 5 fases. Cuando se dan de manera continuada se dice que hemos completado un ciclo de sueño. Y cada ciclo de sueño dura entre los 90 y 110 minutos.
Sabemos a lo largo de la noche tienen lugar de 4 a 6 ciclos completos de sueño. En el mejor de los casos.
La fase I del sueño tiene lugar desde que comenzamos a sentir somnolencia. Los músculos de nuestro cuerpo comienzan su relajación y la actividad cerebral es más lenta.
Después, entramos en la fase II. Las ondas cerebrales son lentas aquí. Acto seguido, nos metemos en la fase III y IV, que se denominan sueño lento.
En estas fases tiene lugar el sueño profundo y más reparador. Y, por último, llegamos a la fase REM, esa en la que se dan movimientos oculares rápidos.
Gracias a los estudios polisomnográficos sabemos que en esta última fase tienen lugar la mayor parte de los sueños.
Pues bien, la calidad de nuestro sueño depende en gran medida de la cantidad de ciclos completos que completamos cada noche.
Podemos despertar en cualquiera de las fases. Cuando esto ocurre, el ciclo del sueño comienza de nuevo desde la fase I.
Por ese motivo, es más interesante dormir por ejemplo 4 ciclos completos, a dormir 6 ciclos parciales. Con microdespertares.
Esto sucede porque cada fase del sueño desempeña un papel importante a nivel fisiológico. Y los necesitamos todos para recuperarnos y tener una buena calidad de vida.