En nuestra sociedad existe la costumbre de dormir en pareja y se asocia a un sentimiento de apego. Los estudios demuestran que efectivamente, fortalece el vínculo afectivo.
Pero dormir juntos no siempre es sinónimo de descansar correctamente. Uno de los factores que más incluyen en la incomodidad es el continuo movimiento de nuestra pareja.
Es frecuente que la persona que más peso tiene acabe por invadir el espacio del otro. O que incluso, acabe literalmente encima de su pareja.
Otro problema habitual son las diferentes sensaciones térmicas de cada miembro de la pareja. A veces uno es muy friolero y el otro no.
Y por supuesto, está el tema de dormir sobre un colchón con la firmeza adecuada y que, además, nos resulte confortable.
La solución a todos estos problemas existe. Si dormimos en un colchón que permite regular su firmeza y temperatura en cada lado de la cama siempre que queramos.
Y si ese colchón tiene una total independencia de lechos y núcleos anatómicos, habremos acabado con todas las dificultades que nos encontramos al dormir en pareja.
El colchón Dokhand es ese colchón.