Que la belleza está en el sueño es algo que la Bella Durmiente parecía tener muy claro. Y aunque todos sabemos que dormir bien es una cuestión de salud, en los últimos años se ha descubierto que es también un potente elixir de juventud. Descubre cómo el sueño te ayuda a estar todavía más guapa.
Tiempo de lectura aproximado: 5 minutos.
1. El secreto de las celebrities: la belleza está en el sueño
La actriz Gwyneth Paltrow ha acuñado el término “clean sleeping”, como uno de sus secretos para mantenerse joven y en forma. Y se ha convertido en una tendencia de belleza al instante.
La actriz californiana empezó a conocer gracias a su nutricionista el importante rol que el sueño juega en nuestra salud. Y pasó a la acción empezando a dormir “limpio”, es decir, a cuidar la calidad y cantidad de su descanso.
No es la única celebritie que señala al sueño como su secreto de belleza. La cantante Beyoncé declaró a la revista People en 2015, que su definición de belleza es “tener paz, felicidad y salud. Y no se puede tener ninguna de ellas si no duermes”.
La lista de famosos que se apuntan al descanso de calidad es larga. En ella encontramos a Jane Fonda, Jennifer López, Matthew McConaughy, Cindy Crawford, Halle Berry o Jon Hamm, entre otros.
Y lo hacen porque saben que así se mantienen más sanos y guapos, algo importante para sus carreras, pero también para su propio bienestar.
Por suerte, dormir es un lujo al alcance de todos… casi siempre. Y no es así, merece la pena organizar nuestra agenda diaria para tener nuestra dosis diaria de belleza.
2. Envejecer más despacio
No sabemos cuál es la principal causa del envejecimiento de nuestras células, pero sí conocemos algunos factores que las dañan.
La acumulación de daños en las células es fundamental en el proceso de envejecimiento. Uno de los daños más significativos es la pérdida de telómeros.
Los telómeros son las tapas protectoras que se encuentran al final de los cromosomas, y están relacionados de manera directa con el envejecimiento. Con el paso de los años el tamaño de nuestros telómeros se acorta hasta que casi no existen.
Un estudio llevado a cabo por la científica Marta Jackowska, en la University College Hospital (UCH) de Londres, mostró que existe una relación entre la esperanza de vida y el número de horas diarias que dormimos.
El estudio probó que aquellas personas que dormían más de siete horas diarias tenían telómeros hasta un nueve por ciento más largos, con independencia de factores como la edad.
Los investigadores creen que los individuos que duermen poco aumentan su cantidad de cortisol. Esto genera daños en el ADN y en la enzima telomerasa, la encargada de reparar la longitud de los telómeros.
Por su parte, la Academia Americana de Medicina del Sueño, se hizo eco de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en el que se sugería que una sola noche de mal sueño tenía la capacidad de acelerar el envejecimiento biológico.
3. Despierta tu belleza mientras duermes
Otro estudio dirigido por la doctora Elma Baron, de la Universidad de Cleveland, mostró que las mujeres que no duermen lo suficiente muestran signos prematuros de envejecimiento en la piel como líneas de expresión, manchas o flacidez, así como una menor capacidad de ésta para recuperarse después de una exposición prolongada al sol.
Al dormir poco se dispara la producción de cortisol, la hormona del estrés, que destruye el colágeno de la piel, una proteína estructural que mantiene su firmeza y le confiere una apariencia juvenil.
La falta de sueño también hace que nuestro organismo libere poca hormona del crecimiento que, cuando somos adultos, es esencial para mantener la masa muscular, la densidad de la piel y el fortalecimiento de los huesos. En consecuencia, los cambios en los huesos, ligamentos y músculos faciales se aceleran y la estructura del rostro se hipertrofia antes de tiempo.
Investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, llevaron a cabo el estudio “Bella Durmiente”. Un grupo de personas que habían dormido un número de horas adecuado a su cronotipo, eran fotografiadas entre las dos y las tres de la mañana. Después, esas mismas personas eran fotografiadas mientras permanecían despiertas hasta altas horas de la madrugada.
Un grupo de observadores independientes y que no conocían el experimento, calificaron a las personas descansadas como más atractivas y sanas. Y es que como decía la gran dama de la cosmética Estée Lauder, “la mejor cura de belleza es dormir”.
La belleza está en el sueño y la falta de él se refleja en nuestro rostro. Lo podemos ver en forma de ojeras, arrugas marcadas, aspecto ajado, falta de luz y brillo y un sinfín de signos que nos hacen parecer más mayores de lo que en realidad somos.
4. Mantener el peso ideal
Dormir mal está vinculado con el aumento de peso. Los científicos han demostrado que las hormonas sufren variaciones por la falta de sueño.
Los niveles de cortisol tienden a bajar cuando hemos descansado pero no lo hacen si dormimos de manera insuficiente y esto predispone al aumento de peso. El cortisol es una hormona implicada en muchas funciones, incluida la metabólica.
El sistema que regula nuestro apetito y peso está influido en gran medida por el sueño. De este modo, si dormimos poco se produce un desorden en las hormonas relacionadas con este sistema.
Por un lado se aumentan los niveles de grelina, una hormona que estimula el apetito, reduce nuestro gasto energético y ayuda a la acumulación de grasa en el organismo.
Por otro lado, disminuyen los niveles de leptina, la hormona de saciedad, haciendo que nuestra sensación de apetito sea mayor. En consecuencia, acabamos ingiriendo más calorías.
Otro estudio apunta a la relación entre la falta de sueño y la disminución en la producción de las orexinas, dos péptidos que participan en la estimulación del gasto energético.
Si estás pensando en iniciar un régimen de pérdida de peso o simplemente deseas mantener el que tienes, recuerda que no debes restar horas a tu descanso nocturno.
5. Ayuda frente al acné y otros problemas de la piel
El National Institutes of Health (NIH) de EEUU, describe al acné como una condición inflamatoria de la piel que se caracteriza por una serie de erupciones cutáneas alrededor del poro y su posterior infección.
No es la única enfermedad de la piel relacionada con la respuesta inmunitaria, también lo son la psoriaris o el eczema, entre otras. Se ha demostrado que al dormir poco se produce en el organismo una disminución de su respuesta inmunitaria, por lo que este tipo de alteraciones empeoran notablemente.
La explicación la encontramos de nuevo en los altos niveles de cortisol que el cuerpo genera cuando no duerme. La picazón aumenta y puede a su vez interrumpir el sueño, creando un círculo vicioso en el que ambas situaciones se retroalimentan.
Una investigación llevada a cabo por el doctor Gil Yosipovitch, de la Escuela de Medicina de la Wake Forest University, en Carolina del Norte, ha sugerido también que la restricción del sueño disminuye la sensibilidad a la insulina en algunos casos.
Puesto que esa resistencia aumenta los niveles de glucosa en sangre y se sabe que una de las principales causas del acné es el azúcar, la privación de sueño debe evitarse para mantener una piel sana.
AVISO IMPORTANTE: La información contenida en este blog no sustituye en ningún caso a la dada por un profesional médico. Ante cualquier duda, consulta con tu médico de cabecera o especialista.
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